martes, 28 de septiembre de 2010

Caza. La cetreria en España.

Las escopetas de caza y tiro: tomando las medidas a la culata

sábado, 25 de septiembre de 2010

jueves, 23 de septiembre de 2010

LA PERDIZ ROJA

La perdiz roja con perro de muestra es, tal vez, la más deportiva dentro de la caza menor. Esta caza cuenta con apasionados adeptos; es por excelencia la caza al salto. Se practica a menudo en bonitos y dificiles cazaderos, que la perdiz sabe utilizar de maravilla para escapar del cazador.

Los terrenos difíciles y montañosos donde se refugia exigen ciertas cualidades de cazador deportivo que requiere una adecuada preparación física y la ayuda de un perro de caza de cualidades.

Es dificil alcanzar a este atento y rápido pájaro, que peona con velocidad en monte cerrado, y salta de ladera a ladera en una vaguada con una potencia inusitada. Y una vez posada corre bajo el sotobosque sin que luego, el cazador, tras fatigosa caminata por monte cerrado, en pos de las pistas que le muestra su perro, debe llegar a tiempo para que su can compañero le levante la pieza a tiro.

jueves, 9 de septiembre de 2010

LA TORTOLA COMÚN


La tórtola comun, con un peso medio de 150 g. es la más pequeña de las colúmbidas europeas. Fina y estilizada, su pecho está tintado de matices vonosos característicos. El cuello de los adultos está marcado por barras blancas y negras, de las que carecen los ejemplares jóvenes. Las alas son rojizas con manchas negras. La cola, de plumas bien superpuestas, es oscura bordeada de blanco y el sobre de la cabeza esa tórtola prefiere las zonas de bosques, limitados por cultivos en los que encuentra su alimento; también es posible verla en grandes parques de zonas urbanas. En las regiones meridionales frecuenta los pinares, monte bajo y landas incultas.

HÁBITAT:

La tórtola prefiere las zonas de bosques, limitados por cultivos en los que encuentra su alimento; también es posible verla en grandes parques de zonas urbanas. En las regiones meridionales frecuenta los pinares, monte bajo y landas incultas.

Regimen alimentario.

Casi exclusivamente vegetal, se compone de numerosos granos y frutos silvestres, pero, en ocasiones, la tórtola tamnién consume algunos invertebrados, moluscos o insectos.

Áreas de la tórtola.

Inverna en Senegal, Túnez y Etiopía. Se reproduce desde el Átlántico hasta Siria y la Siberia occidental. También se han observado zonas regulares de anidada en Gran Bretaña, y está presente en toda la Península Ibérica, Córcega, Cerdeña, Italia y Grecia. gris.

CAZA:

La historia de la presencia de la tórtla en España es la de una extraordinaria expansión que empezó en la India, hogar inicial de la especie, que después se instalón en los Balcanes, tras haberse expandido por Asia Menor. Esta ave, sagrada para los turcos, fue exterminada por los griegos durante la retirada de las tropas otomanas, por considerarla el símbolo de un yugo infamante.

La tórtola se expandió por Europa a principios de siglo, empezando su presencia en Hungria y, a continuación, en Polonia, Italia y Alemania, Holanda, Francia, Escandinavia, Inglaterra, España y Cerdeña.

Actualmente abunda, gracias, entre otras cosas, a su formidable capacidad de adaptación a los medios civilizados. A veces se la confunde con la paloma bravía, si bien es de inferior tamaño. Esta revistida de un plumaje beige claro, con el cuello marcado por un semicollar negro.

Su canto, monótono, de tres notas, es característico del macho delimitando su territorio. La tórtola hembra hace dos puestas al año, de 1 o 2 huevos que incuba durante unos 14 días. Los polluelos empiezan a volar a las tres semanas.

LA CAZA.

Se pueden encontrar algunas tórtolas retardadas, al principio de la estación bordenado los bosques que lindan con sembrados o rastrojos. Sin embargo son raros los pájaros que se dejan sorprender a distancia de tiro.

En cuanto remonta el vuelo, desde el suelo o un árbol, la tórtola efectúa rápidos virajes que hacen su marcha desconcertante. En las regiones en donde pasa el invierno (Marruecos) la cazan por la tarde a la espera, en los abrevaderos, y durante el día en puestos fijos cuando se desplaza de los rastrojos o sembrados a su lugar de reposo. Igualmente puede ser cazada en ojeo, con batidores, por el interior de los bosques donde se refugia en plena jornada.

La tórtola es un pájaro vulnerable, al que se puede tirar con plomos de los números 8 o 9.

Caza jabalí. Espectacular agarre a un jabalí. Special grip to wild boar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Caza mayor montería

Precauciones que debemos tener cazando en verano

Enviado por rlapena el Mar, 06/07/2010 - 13:19.
Muchos son los aficionados que han empezado a disfrutar de jornadas de caza con el descaste de conejos, y otros aguardarán aún a la llegada de la media veda. Para todos ellos, aquí van unos consejos para no tener disgustos a la hora de cazar con calor.
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Cazar con gorra o sombrero, llevar ropa fresca y poco peso encima y utilizar protector solar, además de beber agua continuamente, son puntos importantes a la hora de prevenirnos de los temidos golpes de calor.
Cazando con calor, la clave reside en el sentido común y en saber dosificar nuestro esfuerzo y el de nuestro perro

Tanto la caza de conejos en descaste como la caza de codornices, tórtolas y torcaces en media veda conllevan una serie de riesgos derivados del intenso calor de julio y agosto. La clave, como siempre, reside en el sentido común y en saber dosificar nuestro esfuerzo y, en el caso de la codorniz, el de nuestro perro; así como seguir una serie de pautas de actuación que enunciamos a continuación.

Cuidado con el golpe de calor

Los golpes de calor son un verdadero peligro para quien sale al campo en estos meses veraniegos. Todos los veranos, y especialmente bajo el sofocante calor de agosto, el golpe de calor acecha a cazadores poco prevenidos y también a muchos buenos perros de caza.

Sobrepasar los límites normales -cazar hasta que el calor comienza a apretar, llevar agua, parar de vez en cuando en alguna sombra, refrescar a nuestro perro varias veces en la jornada, etc.- puede provocar desde un dolor de cabeza de campeonato hasta un desvanecimiento por soportar altas temperaturas. Y es que el calor, unido a la deshidratación, nos puede hacer pasar una jornada verdaderamente peligrosa.

Hidratarse continuamente, fundamental

Para evitar los temidos golpes de calor mencionados, debemos llevar siempre agua con nosotros, bebiendo a cada rato y refrescándonos el cuello y la base de la nuca para refrescar cuerpo y mente. También es recomendable, como hemos dicho en anteriores ocasiones, cazar con gorra o sombrero, llevar ropa fresca y poco peso encima y utilizar protector solar.

Volviendo a la hidratación, este apartado es enormemente importante para nuestros perros de caza, ya que desarrollan un enorme trabajo de esfuerzo en muy duras condiciones, van cerca del suelo y perciben continuamente el calor que éste desprende, sus patas sufren mucho con el suelo duro y caliente, están mucho tiempo al sol, y reciben una gran cantidad de polvo en suspensión mientras van rastreando por bajo o alto, debiendo incrementar mucho sus respiración para refrescarse un poco.

Buscar zonas más frescas y descansar a cada rato

Si queremos cazar toda la mañana o varias horas continuadas en zonas duras y resecas en días de mucho calor, resulta imprescindible acercarnos a puntos con sistemas de riego, fuentes, abrevaderos u otros lugares donde dejar descansar y refrescarse a nuestros perros varias veces en la jornada; notaremos cómo cazan mejor, rinden más, y sobre todo, están más seguros.

Si no hay zonas así, no tendremos más remedio que llevar varias garrafas de agua en el coche y acudir a él para refrescar a los perros. Además de darles de beber con frecuencia, hay que mojarles la cabeza y el tronco, que se refresquen bien.

Alerta con insectos, culebras y víboras

Otros riesgos propios de la caza en esta época del año son, por ejemplo, las tabarreras, realmente peligrosas para cazadores y perros, pues no las solemos ver, y al pasar junto a un cardo notamos cómo hay pegado un enjambre de avispas que sin pensarlo ni un segundo salen a defenderse.

Si escuchamos a nuestro perro chillar y revolcarse o correr, atentos, porque puede haberle sido atacado por las avispas; en este caso debemos alejarnos del lugar y examinar a nuestro can, pues muchos perros ante varias picaduras sufren inflamaciones de cuidado. Para rebajarlas lo más rápido es hacer barro con la tierra del suelo y aplicar la pasta en los bultos donde le han picado.

En las brozas de las linderas y en los perdidos podemos tener la mala suerte de tropezarnos con culebras o vívoras, y este tema es más serio. Si nuestro perro chilla y acude a nosotros cojeando o asustado, nervioso, jadeando a mucho ritmo, puede haberle mordido una culebra o, lo que es peor una víbora. Hay quien distingue una picadura de otra y si comprueba que es de culebra sigue cazando tan tranquilo, pero estas mordeduras, además de posiblemente venenosas en mayor o menor grado, son muy peligrosas.

Así, debemos llevarnos al perro cuanto antes a un veterinario, quien podrá aplicar el tratamiento adecuado según sus sospechas y examinar con detenimiento la picadura; más de una vez el perro lleva dentro un colmillo de la víbora, que deberá extraerse.

¿Qué podemos hacer ante esto? En jornadas en las que sabemos que vamos a estar repasando linderas y manchas de brozas o bordes de arroyos, no está de más cazar con polainas. También, cuando nos vayamos a sentar a descansar en alguna sombra –algo obligado tanto para nosotros como para nuestro auxiliar canino- debemos mirar bien el entorno, especialmente si son piedras.

Igual precaución debemos llevar antes de dejar que nuestro perro entre a una charca o bebedero a refrescarse, repasando bien antes los bordes de estos puntos de agua, pues con las altas temperaturas muchos “bichos” buscan el frescor de las fuentes y charcas en verano.

(Texto: Miguel F. Soler. Fotos: Alberto Aníbal-Álvarez)

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